Memoria artificial

Paisajes neutros, vacíos, casi al límite de su existencia. Restos de paisajes, como restos de recuerdos, como restos de vida. Paisajes sobrantes prácticamente inútiles: "Los lugares de la memoria".

La construcción de una "Memoria artificial" como única posibilidad de retener recuerdos. Relacionando cada recuerdo con el paisaje donde éste sucedió se conformarían las piezas de esta estructura que nos devolverá, al visitar esos lugares, esos instantes ya pasados que la velocidad del tiempo nos arrebata.

La representación posible de un recuerdo es su ausencia en un paisaje vacío.

Algunas veces el paisaje se vuelve inalcanzable como el propio recuerdo, resulta difícil establecer los límites, o bien solo tenemos fragmentos de paisajes y no conocemos los fragmentos importantes ni todo el conjunto.

En realidad los paisajes no tienen fin, son lugares de tránsito a través de los cuales nos desplazamos como en la misma vida. todas las memorias tienen casi los mismos paisajes. Las "Memorias artificiales" son transferibles.

El paisaje se convierte en una espacie de pantalla, donde se proyectan los recuerdos, esta pantala es siempre la misma. Si el paisaje-pantalla nos remite a esos recuerdos, éstos a su vez dan sentido a la existancia de la pantalla (paisaje)

Los recuerdos aparecen y desaparecen con nosotros y así también nuestra proyección en el paisaje. La inaprehensibilidad del tiempo, de cada vida, nos obliga a reproducirlo de alguna manera para que la historia de cada uno no desaparezca. En nuestra confusión solo buscamos reconocernos en ese espejo incompleto.

Bartolomé Payeras-Salom